Atte: Tu admirador secreto.

Me iba a poner profunda en este tema, inclusive iba a usar la frase "A quien digas tu secreto siempre estarás sujeto", pero no.

Hoy hablemos de los (se escuchan suspiros y risas de colegialas) admiradores secretos.

Cuando yo iba en la primaria tenía varios admiradores secretos. De esas veces que llegas a tu mochila y hay una Gudupop® que tiene una cartita que, debido a la letra fea y chueca, tardas minutos en descifrar, pero al final dice: "Me gustan mucho tus ojos de corderito triste, Atte: Tu admirador secreto" entonces hay de dos: 1) Tiras la cartita como si hubiera sido escrita por el mismo demonio o 2) Te la llevas al pecho y suspiras, esperanzada de que sea ese, ese mocoso que te saca tus suspiros mañaneros cuando lo ves en el columpio de la escuela.

Pero no niñas, el dichoso admirador secreto NUNCA es quien quieres que sea.

NUNCA.

Un día me dejaron una carta decorada con corazoncitos y la madre. La verdad no recuerdo que decía, pero parecía hecha por una mujer... o por un homosexual. Excepto por la horrible e incomprensible letra. Me esperé lo peor y llegó lo peor.

Era el wey que me caía muy mal y que era teto, ñoño... y feo. Y todos odiabamos.

I mean... EEEWW.

Me pidió que nos reuniéramos en cierto árbol, llevaba una rosa y UN MOÑO EN EL UNIFORME. Si, como lo de los trajes, UN MOÑO ROJO. Me dijo así de "Kenia yo... tú *se arrodilla* quieres ser mi novia?".

Pero yo era una niña mala y moría de pena, tomé la rosa y la tiré y al pobre niño le pegué una bofetada y lo dejé ahí.

Like a bitch.

Lo raro es que no me arrepiento de haber hecho eso.

También había un tipo que me dejó una nota en mi libro, se la enseñé al maestro y se armó un escándalo. Tampoco recuerdo que decía, sólo recuerdo que era de Tony.

Y Tony era guapo ):

Niños, a la mayoria de las niñas no nos gustaban los admiradores secretos.

¿Por qué se permitían cometer ese oso? Sinceramente, no mamen.

Atte: Srita Kenny.