Las funerarias son una mafia.

Me gusta comprar libros por dos razones:

1- Tener libros en una manera literal es mejor; se disfrutan más y son prácticos.

2- Es más fácil que una persona lea un libro que le estás recomendando si lo tienes a la mano y lo puedes golpear con él hasta que lo lea.

No tengo muchos libros (alrededor de 20-30) pero estoy segura (segurísima) de que cuando muera voy a tener muchos (un chingo), así que haré una pequeña biblioteca personal en mi casa, y si a mi hijo le gusta leer se los heredare a él. En caso de que no le guste buscaré a alguien que lea y le diré que los cuide y que cuando llegue el tiempo necesario se los de a alguien a quien le guste leer y así.

(Y si ya de plano no los quieren leer que los donen a una biblioteca)

Esa será mi última voluntad, que nunca se dejen de leer los libros.

Ahora, continuemos con algo más... personal.

Yo no quiero tener un funeral.

Me gustaría que me cremaran y que plantaran un árbol; utilizaran mis cenizas como abono. (Aunque no funcionara, a mí me vale madres)

No me gustan los funerales. Es una ceremonia deprimente y a la vez, sin sentido.

Y bastante cara... estoy segura de que lo más caro que me habrán comprado será mi ataúd y no lo habré escogido yo. Además de las flores, el agujero en el piso... Las lágrimas y las presencias no deseadas. No, yo no quiero eso.

No sé por qué a alguien le gustaría que, el último recuerdo sobre una persona a la que quiere, fuera verla pálida, muerta y dentro de un ataúd. Al menos a mí no me gusta, ni gustaría.

Pienso que le diría a la persona con la que estuviera en ese momento que no le diga a nadie que morí hasta que ya no exista cadáver que mostrar. Al principio muchos se molestarían con la persona que llevara a cabo la acción, pero para eso escribiré una carta o algo para que todos sepan que fue lo que quería.

(Además, si no llego a poder escribirlo, queda esto como prueba)

No quiero que exista una lapida ni que nadie me lleve flores al panteón.

Hay mucha gente que dice, "las flores son para los muertos", PUES NO. Las flores no son para nadie.

Dejaré todas mis posesiones valiosas a mi futuro esposo y el sabrá si quiere conservarlas o no.

Y vaya que tendrá varias de mis colecciones poco valiosas en sus manos. Jejeje.

Quiero que sepan que ninguno de mis amigos recibirá algo que no le haya regalado ya.

Me gustaría que algunas personas me recordaran como soy ahora, quizá como sea en 5 años o en 10, 20, los que llegue a vivir, como una persona alegre y carismática, y hippie como soy.

Además, estoy segura de que soy más graciosa diciendo pendejadas que metida en un ataúd.